miércoles, 14 de marzo de 2007

Más infancia

Continuemos con aquel lindo período que me lleva a una nostalgia placentera. En esta ocasión vereis que ando acompañada de una pitufina: mi sister, la de sangre. La hermana que te regalaban con una estudiada diferencia de años, siempre la misma para casi todos: entre 3 y 4 años. Como ves confieso que soy la mayor y te recuerdo aquella primera comida de bloggers en que al decir que éramos hermanas, tanto Pistan como Reina Morcilla se preguntaban cual era la mayor (No, no es necesario que me digas que fue sólo una táctica para hacerme sentir más cómoda en mi primera vez tras una mañana enterita de nervios).

Así que otra sesión en blanco y negro, aunque lo cierto es que es una maravillosa escala de grises (que sepas que siempre que hablo de grises me acuerdo de ti), esta vez en formato felicitación de navidad. Sí, aquellas cosas que hacían antes los padres, que nos llevaban a un estudio fotográfico para que nos hicieran un mini reportaje con el que felicitar las fiestas a toda la familia (casi toda desperdigada por la península) y así servía para que vieran el avance de los hijos al mismo tiempo. Por supuesto, se añadía una participación de lotería.






Si os dijera que al ver esta segunda imagen he recordado cómo me ponía las botas... Y lo de las medallitas de oro...tiene delito también. Nos ponían para la foto la medallita y el nomeolvides... Anda que no recuerdo cosas sólo con ponerme...y me atrevo a decir que me falla la memoria ¡qué osada que soy!