domingo, 15 de abril de 2007

Curiosidades sobre Navarra


Me gusta recordar lo que me ha llamado la atención de los lugares, de los objetos y de las personas. Aquellas historias que me hacen pararme un segundo (a veces no hay tiempo para más) o aquellas cosas que me hacen hacerme preguntas. En cualquier caso Navarra ha sido la primera y con ella toca experimentar.

Si tengo que destacar algo de Navarra sin duda sería la concienciación o mejor dicho, la incorporación de hábitos para el ahorro de energía en todos los sitios en los que estuve. Los interruptores con temporizador en todos los bares que estuvimos y en los pasillos del hotel. Pero lo más increible fue la cantidad de molinos para obtener energía eólica. Cientos de molinos invaden la geografía navarra formando parte de sus paisajes. Si excluimos las Bárdenas (donde escasos molinos se vieron), el resto estaba bien provisto de ellos.




En el monte del Perdón bajamos del coche y pudimos colocarnos a su lado. Apenas se oía el ruido de las astas al girar. Las vistas desde ese punto, como siempre en Navarra, espectaculares por sus contrastes.


Hay que decir que tuvimos la mala suerte de que empezara a llover y por eso no se puede apreciar con nitidez el paisaje. Un paisaje el de Navarra con un verde especial, un verde de lápiz de madera 'carandache' que no se si podreis apreciar en esta imagen:



Otra de las cosas curiosas que pudimos apreciar es que en Pamplona, y solamente en ella, las placas con los nombres de las calles se encuentran en los dos idiomas oficiales : el español y el euskera. Nos contó nuestro guía que allí las escuelas públicas se pueden escoger o en español (todas las materias en ese idioma) o en euskera. Encontré que entre Barcelona y Pamplona había grandes diferencias en eso. Allí hay como una permanencia de los dos idiomas mientras que aquí el idioma que predomina es el catalán (es el único idioma de las escuelas, de las calles y de todo lo que sea oficial). Esta fue la única foto que eché a una placa de la calle, y fue por una curiosidad obvia.



Y hablar de Pamplona sin mostrar imagen a la que los corredores van antes del chupinazo (creo que es así)y la entrada a la plaza de toros donde acaba el recorrido del encierro de los San Fermines sería casi delito, así que para no ser sancionada, allá van:




Y por último algunas imagenes de las murallas de Pamplona, de la parte trasera de la catedral, del parque de la media luna...fijaros de nuevo en el verde.















Fotos pendientes que no sé porqué motivo no hice: al semáforo con un peatón corriendo a ritmo de los segundos que marca en la parte superior (increíble, era la primera vez que veía algo así, claro que tampoco viajo nada), las paradas de autobús en verde (como todo Navarra) y llenas de curvas (contrarias a las de mi ciudad que son rectas y sobrias) y algunas calles que tienen entre la calle y el bordillo un espacio como de unos quince centímetros de ancho y otros tantos de fondo, que en los pasos de peatones está cubierto por una placa metálica.
Soy muy pesada con las fotos, pero es que me parece que es un modo especial y práctico de transmitir y compartir visiones.