El paraíso está aquí al lado, basta con atravesar unas cuantas calles, dejar a un lado el equipaje, cerrar los ojos y al abrirlos descubrir que Barcelona puede ser la más bella mujer que nunca vimos, rica en matices, sensualmente activa y gozosamente tranquila...sólo debemos aprenderla.
- Estoooo, decías que querías hacer fotos distintas?
- mmmm, bueno, sí
- Tengo una propuesta para tí, ¿ aceptarías?
Sin photoshop ni nada parecido, nada mejor que la noche y sus tímidas luces, disparos en modo nocturno y intentar que el pulso no me traicione. Esto son lagunos rincones de Barcelona que descubrí la otra noche, casi por casualidad.
Arboles que me atrapan, como la noche de Raquel, como este árbol que sale de su terreno para envolver la farola y así calentar sus ramas con el calor que ella desprende. Qué linda noche para pasear....